Chillan las Bestias se presentan hoy en El Imaginario Cultural Bar, Capital Federal!
Chillan Las Bestias
Jueves 26 de junio, 21:00hs
en El Imaginario Cultural Bar (Guardia Vieja 3797, Capital Federal)
Solo 70 entradas disponibles
Eso que no se ve. Que está oculto o solapado. Lo que viene de adentro de los hombres y sale de repente como un impulso bestial. Es el espíritu que trasunta el primer disco de la banda Chillan las Bestias, en una combinación de sonidos y letras profundas, oscuras y cargadas de imágenes de una ciudad pesada, podrida y de la privacidad de un cuarto de hotel de Constitución donde el ser, el humano se trastoca.
Chillan las Bestias nació hace dos años de la conjunción musical entre el cantante uruguayo Pedro Dalton, también voz de la banda uruguaya Buenos Muchachos y los ex integrantes de la oscura banda arrabalera argentina Angela Tullida, que compartió escena y espíritu con otros grupos como Pequeña Orquesta Reincidente hasta mediados de los 2000. A este conjunto de personalidades afines por historia y búsqueda se sumó el baterista José Navarro, que grabó en el disco Pettinato and the Pessi-Mystics, una pieza ya de culto entre melómanos.
Chillan las Bestias funciona como una banda más allá de las trayectorias de sus integrantes. Su sonido característico expresa un ambiente sofocante por momentos (en canciones como Nafta & Bic, Hasta el Hueso, Las Chapas), con pasajes más luminosos en Zarpando, y la idea del encierro del zoológico humano en La Bestia. Todas las canciones son cortas, algo que aporta a esta obra una idea de síntesis en un concepto definido por una viñeta gráfica o toma cinematográfica sin redundancias, estribillos repetitivos o sobreproducción.
Violín, piano, guitarra, bajo y batería conforman la caverna climática donde la voz de Pedro Dalton se zambulle para gritar y vociferar que el camino hacia el paraíso está lejos o sencillamente no existe. El asfalto caliente de una calle del microcentro, el agobio del trabajo del cadete, la pérdida del amor, las penas y los mitos transitan por las ocho canciones que componen este primer disco grabado en un solo día en los Estudios ION de Buenos Aires. Desde la tapa del disco, una vaca con un cuchillo y rostro amenazante, dibujada por Dalton, la idea parece ser que el más “tonto” va a ir contra los más “vivos” de la sociedad.
“En ese rol de ser el que mantiene la luz cristal que azula el manantial para que beban de esa vida blanda que usa de espejo sombras”, expresa Dalton en Gardel, en Zarpando en lo que parece ser la búsqueda entre la redención y la miseria. “Las chapas de mi techo canaletas de tristeza, desaparecen con tu voz, brisa que despeja los calvarios, la canción que más de una vez tocamos, ya no hay manera de escucharla”, dicen las Bestias en Las Chapas. Tal vez estén en lo cierto.
Para más informaciones sobre Chillan las Bestias, por favor, ¡contactarnos!
Chillan Las Bestias
Jueves 26 de junio, 21:00hs
en El Imaginario Cultural Bar (Guardia Vieja 3797, Capital Federal)
Solo 70 entradas disponibles
Eso que no se ve. Que está oculto o solapado. Lo que viene de adentro de los hombres y sale de repente como un impulso bestial. Es el espíritu que trasunta el primer disco de la banda Chillan las Bestias, en una combinación de sonidos y letras profundas, oscuras y cargadas de imágenes de una ciudad pesada, podrida y de la privacidad de un cuarto de hotel de Constitución donde el ser, el humano se trastoca.
Chillan las Bestias nació hace dos años de la conjunción musical entre el cantante uruguayo Pedro Dalton, también voz de la banda uruguaya Buenos Muchachos y los ex integrantes de la oscura banda arrabalera argentina Angela Tullida, que compartió escena y espíritu con otros grupos como Pequeña Orquesta Reincidente hasta mediados de los 2000. A este conjunto de personalidades afines por historia y búsqueda se sumó el baterista José Navarro, que grabó en el disco Pettinato and the Pessi-Mystics, una pieza ya de culto entre melómanos.
Chillan las Bestias funciona como una banda más allá de las trayectorias de sus integrantes. Su sonido característico expresa un ambiente sofocante por momentos (en canciones como Nafta & Bic, Hasta el Hueso, Las Chapas), con pasajes más luminosos en Zarpando, y la idea del encierro del zoológico humano en La Bestia. Todas las canciones son cortas, algo que aporta a esta obra una idea de síntesis en un concepto definido por una viñeta gráfica o toma cinematográfica sin redundancias, estribillos repetitivos o sobreproducción.
Violín, piano, guitarra, bajo y batería conforman la caverna climática donde la voz de Pedro Dalton se zambulle para gritar y vociferar que el camino hacia el paraíso está lejos o sencillamente no existe. El asfalto caliente de una calle del microcentro, el agobio del trabajo del cadete, la pérdida del amor, las penas y los mitos transitan por las ocho canciones que componen este primer disco grabado en un solo día en los Estudios ION de Buenos Aires. Desde la tapa del disco, una vaca con un cuchillo y rostro amenazante, dibujada por Dalton, la idea parece ser que el más “tonto” va a ir contra los más “vivos” de la sociedad.
“En ese rol de ser el que mantiene la luz cristal que azula el manantial para que beban de esa vida blanda que usa de espejo sombras”, expresa Dalton en Gardel, en Zarpando en lo que parece ser la búsqueda entre la redención y la miseria. “Las chapas de mi techo canaletas de tristeza, desaparecen con tu voz, brisa que despeja los calvarios, la canción que más de una vez tocamos, ya no hay manera de escucharla”, dicen las Bestias en Las Chapas. Tal vez estén en lo cierto.
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